Viendo las fotos de nuestro pasado y las no menos oprobiosas de nuestro presente, parece un hecho indiscutible que las mejores fotos son las que no nos hacemos, las que logramos evitar. Nada es más conveniente que caminar por la sombra, darle la razón al otro y dejar que sea él quien salga en la foto. El que a la larga prevalece no es el que sale en la foto, sino el que la toma, y a ese, al que está detrás, no lo vemos.(Jaime Bayly en "Salir en la foto")
La foto más fea del
mundo
Hace poco más de un año fui al programa de Bayly. Llegué
temprano y me senté en la acera con unas chicas locas, con unas señoras locas y
con la ropa más fea del mundo. Bayly llegó en su carro, nos hicieron pasar,
le quitaron las cámaras a las locas. Adentro éramos menos de ochenta personas,
un grupo selecto al que no se le invitaba un solo bocado, el bocado era el
conductor. Bayly es agradable detrás de cámaras, conversa con todos, es
entretenido y sabe tolerar y mantener el buen ánimo cuando las locas le gritan “Hazme
un hijo”. Al final del programa las ochenta personas se tomaron fotos y manosearon
al canalla; y yo me tomé la foto más fea
del mundo en el momento más agradable del mundo.
Una foto familiar
Nunca he salido en familia. Nunca me ha agradado ir a
visitar a mis abuelos, a mis tíos ni a ningún otro familiar. Sospecho que tengo
gran cantidad de familiares de los que no tengo siquiera noción de su existir.
Nunca he salido con mi padre, mi padre nunca salió conmigo, siempre ha
preferido salir con alguna mujer. Han pasado muchos años, mi padre ya tiene
cincuenta, me he dado cuenta que lo quiero
y cierto día me vino a visitar. Vi a mi padre con mi madre, jugando. Ese
día nos tomamos una foto familiar, mi madre se rehusó a salir en ella.
La foto de mis hermanos
A mi hermano mayor lo conocí a los trece años. Al hermano de
mi edad lo conocí el día de mi cumpleaños dieciocho, él me invitó a salir al
estadio municipal. Nos llevamos bien desde entonces. Quiero a mis hermanos y
daría mi vida por ellos, aunque sé ellos la darían primero por mí. Un día
especial para ellos nos tomamos una foto. A veces observo la foto de mis
hermanos y pienso que no debo tomarme fotos nunca más.
Mi hermano menor y la foto de la confirmación
De pequeños siempre nos hemos tomado fotos, juntos. Vivíamos
felices en la casa de la abuela, luego cada uno eligió un estilo de vida
distinto: Él es de calle, yo más estúpido. Fui padrino de su confirmación,
conocí a Cipriani y luego nos tomamos una foto. La primera después de diez
años. Mi hermano menor y la foto de confirmación es aquello que se debe conservar,
es un milagro.
La foto de la confirmación
Hice la confirmación gracias a Genaro. Ese día no fue un día
feliz. No tengo muchos recuerdos y a veces hay que dejar que las fotos hablen
solas.
La foto de mi sobrina
Quizá la persona a la que más amo en el mundo es mi a sobrina.
Estar con ella me llena de ternura y me quita el don de escritor. Ya sabemos
que sólo escribo cuando estoy con él ánimo revuelto. Lo pueden notar en la
disminución de las líneas, en los
párrafos que cada vez se hacen más cortos y vacíos. Éste soy yo, ahora.
La foto del solitario
Sin duda la mejor foto que me tome fue cuando estuve sólo y con veinte pastillas dentro del cuerpo.
Lo recomendable sería no volverme a
tomar más fotos. Y ésta es la foto que más me agrada.
jajaja esa fotot con el cura me ausa gracia XD
ResponderEliminarJajaja Es un obispo no un cura.
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