Es conveniente escribir con el cuerpo atormentado por las drogas, sólo en ese estado nuestras ideas salen a relucir en su mejor versión, sin atropellos culturales, ni morales. Lo que busco es un cuerpo agradable, intoxicado y dispuesto a fugarse conmigo a argentina y luego a Italia. Hoy busco a Luis.
Mi hermano (muerto) y yo (borracho) |
Hoy debería escribir una de las tantas historias que he
prometido y que no he escrito. Hoy debería hacer trabajos de la universidad
para no desaprobar y evitar prolongar más los años la tortura, hoy como cualquier
otro día debería hacer lo urgente, pero he decidido escribir y no sé sobre qué escribir y cuando encuentro la
historia no paso de la segunda línea, podría pensar que ya no tengo la
habilidad, pero sabemos, los dioses, que esas cosas pasan y no me preocupo.
Hoy no me siento con ganas de estar sentado frente a la lap
top, hoy hubiese preferido salir con un amigo de mi hermano a probar drogas,
pero pensé en mi mamá y me quedé. Hoy hubiese querido además embriagarme y acostarme con un desconocido,
pero estoy aquí sin poder escribir, sin hacer lo importante, sin hacer nada.
Hoy platiqué con un amigo de mi amigo que me enamoró. Debo reconocer
que no me agrada su condición física pero
él es más que la condición física, es lo que siempre quise, siento que
me he enamorado, pero ya sabemos que eso del amor, en mi caso, suelen ser unos
segundos. La estupidez pasa, espero que sea diferente. Quisiera abrazarlo,
tomar, escribir y sentir que el mundo por fin es perfecto.
Hoy hubiese preferido muchas cosas, quiero llorar, pero no
puedo. No estoy excitado, estoy como zombi, no sé si sea conveniente ir a la
universidad en unas horas. No sé si me interesa ser ingeniero. Quiero hacer
mejor las cosas en el trabajo, pero la verdad, todo es incierto y no me
preocupo.
Hoy quisiera decirle a Raúl que me agrada, que me agrada la
forma como me desprecia cada vez que menciono lo mucho que me excita su rareza
y su cuerpo no muy interesante pero que es compensado por la personalidad sui
generis. Sé que no le intereso, y me resigno a ello, es lo mejor. Raúl es un tipo genial y yo un fármaco dependiente
escribiendo sobre él. Trato de recordarlo y amarlo en silencio.
Hoy quisiera hablar con Cristhian, es el único hombre al que he
amado y sigo amando. Físicamente es atractivo, me agrada la forma provocativa
con la que se masturba. Es inteligente, es provocador, es un genio. Le seguiré
proponiendo que seamos amantes y cuando la acepte, guardaré el secreto y
seremos los mejores amigos amantes.
Hoy quiero besar a Berardo, quiero observar su cuerpo joven,
quiero que ponga una canción de Arjona, que toque la guitarra. Quiero platicar
y embriagarme con él.
Hoy tome cinco tipos de pastillas, o quizá seis y me cuesta
trabajo recordar la posición de las teclas en la oscuridad, pero hago el esfuerzo.
Hoy quiero ser amado, quiero que alguien esté aquí y si es el buen Juancho, no
importa, no me interesa la sexualidad, sólo me interesa estar acompañado, tener
un amigo cerca, que me haga masajes.
Todas las posibilidades de hoy se reducen a un escrito sin
sentido, que nadie leerá. Todas las posibilidades son ideas, son cosas que ocurrirán
con un poco de drogas, la vida sin ellas no tiene sentido.
Amo lo irracional,
amo vivir así, amo quedarme sin amigos o sólo con los necesarios. Amo a los que
están dispuestos a hacer lo que sus instintos manden. Amo que me cuenten
historias, amo a mi amigo: “Gente varonil
corriéndosela. El tío que me gusta estaba ahí me dejó agarrársela de nuevo y me
metió la mano por el poto sentí rico. Luego un pata alto riquísimo con una cosa
grande venía corriéndosela y casi penetra a un pata. El pata estaba con el pantalón
abajo esperando que lo penetren”
¿De qué sirve la vida con etiquetas? De nada, la vida es
aquello que hacemos cuando olvidamos los valores, la moral y la cultura,
dejemos esas cosas en los libros y seamos lo que queremos ser. Si luego nos
odian, no importa, tomemos más pastillas y sigamos siendo felices. Escribamos sin sentidos, obliguemos a los humanos a drogarse para que nos puedan entender.
yo lo leí...
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