Cuando su hermano le mostro uno de tus
escritos impresos, él se apresuró a eliminarte de la red social, me obligó a
hacerlo también. Sí, él es hermano de César, quien estudia contigo en la
universidad. Y te propongo que escribamos juntos la historia de infidelidades y
prostitución. Luego todo fue silencio, Sergio desapareció hasta unos meses
después.
Conocer gente y compartir ideas y
estupideces (disculpen la redundancia, por tratarse de mi caso) es más fácil
gracias a las redes sociales. Para mí todo es más sencillo y placentero.
Gracias a las redes sociales conocí a Beto, mi primera y única Cíber-pareja, a
Marco Antonio y a un gran cúmulo de personas poco interesantes de quienes no
escribiré y no creo que recuerde menudamente. Hoy deambula por mi mente Marco
Antonio y sus labios celestiales. Gracias a esas telarañas puedo estar en
contacto con todo el mundo, sin necesidad de moverme de la cama. Todo es
sencillo y los encuentros con aquellos desconocidos suelen terminar en alguna
cama, con experiencias placenteras y luego con el olvido, son experiencias
efímeras, como todo en la sexualidad entre dos hombres. Con Marco Antonio no
ocurrió de ese modo.
Era un día de semana o un fin de
semana, eso no lo recuerdo. No sé si fue en época de clases o en época de invernación
(Vacaciones). No recuerdo quien agregó a quien y tampoco quien empezó la
plática. No recuerdo nada de aquellos primeros días, porque ustedes ya saben,
las cosas siempre empiezan más o menos de este modo:
- Hola ¿De dónde? ¿Edad? ¿Opción?
Yo miro la foto y nunca hay foto
o las hay a medias o erradas voluntariamente. Miro la información personal y
nunca hay nada o las hay a medias o erradas voluntariamente. ¡Rayos un fantasma! (Vivimos en una
época donde a la gente le agrada estar detrás de una careta, no se asombren). Regreso a la página
donde está mi información personal y veo: Vivo en Lima. No dice mi edad y
tampoco cuál es mi opción.
- Vivo en Lima. Tengo 20 y en Octubre cumpliré 21 (Siempre tengo 20 años). Soy Moderno. ¿Y tú?, respondo cansado o agobiado por escribir siempre lo mismo. ¿Acaso nadie lee mi publicaciones?
Siempre digo que soy Moderno o
Versátil o de vez en cuando pasivo, porque ese es un asunto que no me interesa
o irrelevante y porque lo que soy en realidad es: Un haragán que quiere ser
escritor y presidente. En la época donde nos ha tocado vivir no es conveniente
decir que se es uno de los extremos o para ser más preciso, en Lima: No es
conveniente decir que se es activo. Ello es mentira o una verdad a medias y si
hay excepciones no he tenido el honor de conocerlas. Los que me dicen soy pasivo
son con toda certeza pasivos; los que me dicen soy moderno son con certeza
pasivos; y los que me dicen soy activo, son toda certeza pasivos o, en el mejor de los casos modernos.
Existen muchas personas que sienten vergüenza por su condición de homosexuales
y más aún de su opción dentro de ese grupo. Y hay personas que consideran este
intercambio de secreciones corporales, como un buen negocio y créanme no les debe ir mal.
- Soy activo, tengo 19 años, mido 1.73 …
No leo todo lo que sigue, eso es
predecible: Cuando no vemos. Cualquier
día. Tienes sitio. No. Te parece
bien este fin de semana. Me parece Genial.
A las tres de la tarde. Perfecto.
Dame tu celular. No tengo, dame el tuyo
yo te llamo. Listo. Y como no hay foto o nada interesante generalmente me
tomo la molestia de mandarlos a leer mi blog o me limito a responder
simplemente: Entiendo. Entiendo. Entiendo.
A las personas a las que se puede
conocer mediante las redes sociales, si se tiene el grupo de amigos que tengo,
son todas poco o nada interesantes: O viven en Los olivos, San Martín de Porres
o alrededores; o son personas que viven en Ate, San Luis o alrededores. Nada
interesante, ni intelectual, ni físicamente, así que por lo general lo más
conveniente es quedarse a dormir o de vez en cuando ir a conocer a algunos, sencillamente
porque tengo que conocer a los tipos homosexuales, para escribir. Y a los dos o
tres tipos que me interesan de verdad, son personas que no están interesadas en
mí. Y dudo que con Marco Antonio haya ocurrido de ese modo.
No se piense que el lugar donde
viven las personas determina lo interesantes que puedan ser. El asunto es más
complejo y una descripción de todo ello quedaría mejor en un ensayo y no en una
historia de prostitución e infidelidades.
Desde la primera vez que hablé
con Marco Antonio, me pareció un tipo distinto. No recuerdo de qué hablamos,
pero probablemente la plática no tuvo el ritmo que generalmente tienen las
conversaciones con los ordinarios de Ate o Los olivos. Entre otras cosas
recuerdo que me dijo que estudiaba en un instituto, dibujo técnico o algo
parecido. Me dijo que era pasivo, y que había terminado con su última pareja. Yo
le dije que estudiaba en la universidad de los que quieren salir adelante y que
no tenía pareja (Por aquel tiempo yo tenía una relación con Mr. J). Luego no me
contó más, se limitó a decir que tenía un familiar que estudiaba la misma
carrera que yo, en la misma universidad y que por ello no podríamos conocernos
jamás. Intercambiamos números de celular y nos despedimos.
Desde ese momento me empezaron a
interesar dos cosas: Saber quién era el pariente de Marco Antonio y acostarme
con Marco Antonio, porque era interesante. Lo llamé dos veces, hablamos, él de
su instituto y de los sueños que tenía; y yo no sé de qué. Nunca recuerdo nada,
sólo – en este instante – que tenía la voz un tanto femenina, pero no tanto, y
rica; y sus labios eran o son bastante interesantes. Yo trataba de sacar una
cita, pero era difícil/complicado y nos limitábamos a platicar en la red. Las
pláticas eran agradables, mis pláticas con él tenían otro level, como dicen algunos ¿Por qué no salimos? Porque tengo un pariente que estudia contigo y no quiero que mi familia
sepa de esto. Supongo que por eso permaneces como anónimo.
Siempre me he preguntado o he
querido preguntar: ¿Saben cuántas discusiones, malentendidos y otras
estupideces se pudiesen evitar si no se partiese de la premisa de que ser
homosexual es malo o anormal? Puede ser malo o anormal el que yo sea un haragán
y el que quiera ser presidente. Y si dejamos de hablar de mí, podemos decir que
probablemente sea malo que la gente mate, descuartice y viole a otros. Pero el
ser homosexual comparado con todo lo anterior no es malo o anormal, ser
homosexual es una decisión personal, ser homosexual es tan normal como ser
heterosexual o bisexual. Las personas deciden lo que quieren; tal como se elige
una carrera profesional o a la persona con quien uno desea casarse, se elige
ser heterosexual, bisexual, homosexual o ninguna de las anteriores. Ya hay
suficientes tratados, teorías o estudios que nos hablan sobre la complejidad de
la sexualidad humana. En fin, el que un ser humano decida una opción sexual no
es una cuestión familiar, es más bien un estilo de vida. Pero como nadie lee o
analiza, siempre oímos discursos como este:
- ¿Eres homosexual? Haz pensado en cambiar. Te comprendo. Seguirás siendo mi amigo. Guardaré el secreto. Estupideces, cada vez más y más estupideces.
Continuaba mi vida con Mr. J. y
se lo conté a Marco Anónimo y por supuesto también propuse salir con él y le
pareció extraño.
- Ya tienes pareja, no puedes salir con otro.
- Tienes razón, asentí.
Días después conocí a Sergio.
Daría el durazno que me acaba de regalar mi madre, porque estoy seguro de que
fue Sergio quien me agregó en la red social.
Hablamos de lo que yo escribía. El también escribía y no recuerdo haber
leído nada de lo que él haya escrito o probablemente sí lo leí pero no lo
recuerdo, y si lo hice tengan la certeza de que me agradó el estilo, porque de
lo contrario no recordaría a Sergio. Él se despidió, después de nuestra primera
plática:
- Tengo que ir a recoger a Marco Antonio al instituto si no se va a poner furioso ¿No sabes cómo se pone?
- Ustedes son pareja.
- Sí, y se fue.
Entonces Sergio y Marco Antonio
eran pareja. Al parecer la pasaban bien. Yo también tenía pareja pero no lo
sería por mucho tiempo.
Mr. J me llamó un día y me
comentó que Marco Antonio le había contado que yo era infiel. Mr. J tenía como
17 años o menos y estaba devastado. Yo tenía 21 y no me interesaba la cosa. Las
cosas suelen pasar por algo y definitivamente yo no soy la mejor opción para
nadie y era hora de que Mr. J partiese y lo dejé ir. Fue lo más sensato, no
lloré, no sufrí; ustedes saben que unas cuantas pastillas lo arreglan todo. Nunca
me enfureció el hecho de que Marco Antonio me le haya contado a Mr. J sobre la
propuesta que le había hecho, la de salir a un hotel probablemente, en realidad
me llevé una buena impresión de él. Nunca le reclamé o si lo hice tampoco lo
recuerdo. Tampoco me quedan claras las circunstancias en las que Marco Antonio
y Mr. J se conocieron, o probablemente yo los presenté. O probablemente le
hablé a uno del otro y viceversa y se agregaron. No lo sé.
Luego, tanto Sergio como Marco
Antonio, desaparecieron. En pocas palabras me eliminaron de la red social. No
me interesó la cosa. Ustedes saben, nunca debemos preocuparnos por cosas
insignificantes o predecibles. Todos y todo se van y vienen, lo único que queda
son los sueños, los recuerdos, lo que escribimos, las cenizas y finalmente el olvido.
No supe más sobre Marco Antonio,
perdí su número de celular o lo tengo por algún lado. Pero Sergio regresó y lo
acepté nuevamente. Yo no me resiento, comprendo que las emociones humanas son
volubles. Por algo me considero una especie de dios. Digamos que cualquier
oveja que quiere regresar siempre es bienvenida.
- Me he peleado con Marco Antonio.
- ¿Qué pasó? ¿Quién terminó?
- Yo, porque me enteré de algunas cosas.
- No entiendo.
- Me fue infiel y te propongo que escribamos juntos la historia de infidelidades y prostitución.
- Ese nombre suena genial ¿Cuántas parejas ha tenido Marco Antonio?
- Perdí la cuenta en once.
- Entiendo, entonces escribamos.
- Tú haces un borrador y yo, agregó o disminuyo cosas de acuerdo a la realidad.
- Me parece una idea perfecta.
En esa plática también me contó
sobre el familiar de M.A. que estudiaba conmigo y luego se fue. Cuando lo
busqué para pedirle algunos datos más, me di cuenta que me había eliminado de
nuevo, fue una conclusión sencilla: Se
han amistado nuevamente y ya no quiere saber nada de mí o no quiere que Marco
Antonio sepa que ha tenido contacto conmigo. Recordemos que hace algunos
meses se lo había prohibido. Las relaciones entre dos hombres son inestables, son
los genes, y hay que aprender a sobrellevarlas. Sospecho que cuando un hombre y
una mujer se unen, la mujer siempre cede un poco y el hombre siempre está
dispuesto a ser infiel para luego disculparse ¿Trato de imaginar el mismo escenario entre una pareja de hombres?
Otro de los asuntos que llamaba mi atención fue el de la realidad ¿Desde cuándo las historias tienen que
adaptarse a la realidad? ¿Acaso no son las historias/ficción las que construyen/moldean
la realidad?
No escribí nada hasta ahora.
Luego Sergio regresó. Y me volvió a agregar. Lo extraño/loable era que me
recuerde ¿Quiere algo? No lo sé.
- Se volvieron a pelear.
- ¿Cómo lo supiste?
- Me eliminas y luego me agregas, y luego vuelves a hacer lo mismo. Y tienes 19 años.
- Tienes razón.
- Aún quieres escribir la historia de infidelidades y prostitutas.
- No ya no, ya no quiero amargarme la vida.
- Entiendo.
- ¿Salimos a un hotel y conversamos?
Nunca salimos. Luego supe que
Sergio tiene una personalidad extraña. Era un impostor o probablemente un
psicópata o simplemente un escritor o probablemente para ser escritor hay que
ser impostor y psicópata, esa ya no importaba. Lo único que importa es que
Sergio es Sergio, Marco Antonio es Marco Antonio y yo soy yo. Las cosas y las
historias son siempre mejores así y terminan mejor así: Las historias de
infidelidades y prostitución son historias perpetuas que para ser contadas
mejor tienen que ser vividas en toda su plenitud. Y no se dude en que yo estoy
dispuesto a hacerlo o ya lo hice.
buena historia
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