sábado, 25 de agosto de 2012

La Gigantomaquia


PRIMERA PARTE

I

Nos encontramos en los comienzos del S. XXV. El planeta tierra es gobernado por las máquinas. La vida humana es escasa y ha sido reemplazada por una de sus creaciones supremas: el androide. Esta nueva era pone de manifiesto que una de las teorías más antiguas ha sido consistente desde que Demócrito planteó que todo estaba formado por átomos: la materia sobrevivirá al hombre, y como las especies suelen extinguirse, porque hay una premisa que nos cuenta que nada es eterno y que todo cambia, recordamos las  palabras de Heráclito. En este contexto no hay nada mejor que las máquinas para continuar con el proceso de cambios y progresos que ni las cucarachas podrán observar. Hace cuatro siglos que se acabó el agua, hace tres siglos que el planeta tierra dejó de ser un planeta habitable para los seres humanos; y todos los adelantos tecnológicos, los avances ideológicos han desembocado en este instante, el instante de gobierno de los androides, el instante en el que se ha retrocedido en ideología y nos hace pensar (a mí y a los que quedamos) en las ideas primigenias de los filósofos de la naturaleza. Quedamos pocos humanos: los eruditos, los científicos y los filósofos sobreviven y controlan algunas máquinas en un afán de sobrevivencia. Ellos continúan sus investigaciones, hacen los que les agrada hacer: Investigar, jugar o nada lógico. Yo escribo desde una fortaleza que construí cuando visioné que aquello que narraban las películas sobre la superioridad de las máquinas, sobre la estupidez y amoralidad de los humanos y sobre todo algún libro importante: “Un mundo Feliz”. El resto, los humanos con vidas sin sentido, han desaparecido, ya no son necesarios en este mundo, su misión es reemplazada por alguna lata con cerebro. Vuelvo a pensar en algunos investigadores olvidados: Charles Darwin ¿En qué piensan los demás?

II

En una caverna  alejada de la ciudad de los bullicios, a oscuras y con gran luminosidad intelectual, se aloja una comunidad de científicos obsesionados en investigaciones sobre criogenia, un método antiguo, desfasado y completamente fracasado pero que la terquedad y la magia de la locura les permite  continuar  la empresa. Trataron de convencerme en formar parte de su comunidad, pero yo prefería vivir en el piso más alto de la casa donde había nacido, sufrido y llorado. Me divertía con un báculo controlando algunas máquinas y jugando a las guerras contra el grupo más organizado de máquinas que querían el control total del planeta. De este modo yo hacía lo que siempre había querido y los científicos, lo mismo, cada uno a su estilo. Hay algunos humanos más, pero sobre ellos nada estaba claro. Alfa, el científico ilustre, después de ciento cincuenta años de trabajo, consiguió la fórmula: ¡Eureka! ¡Eureka! Lo antiguo siempre resultaba siendo una gran inspiración. ¿En qué momento, los avances tecnológicos fueron mal encaminados?  ¿En qué momento se jodió todo? La idea, en esta época, no era continuar con lo conseguido, la idea era empezar a analizar la evolución del hombre desde el punto cero y ver en qué momento la humanidad se equivocó y dejar una lección aprendida ¿Pará qué? Para nada, simplemente no hay nada que hacer.

III

Después de que Alfa anunciase el descubrimiento, toda la vida de la comunidad criogénica, por primera vez, cobraba sentido. Era la primera vez que se descubrían vivos y ahora también tenían la capacidad de volver a la vida a quienes la voluntad, los deseos o la simple nada les permitiesen. Era el comienzo de la nueva era: La humanidad podía volver a gobernar la tierra, y los intentos por buscar el punto de inflexión también vieron la luz. La humanidad retrocedía, recordaba los pensamientos de los genios de antaño: Steve Job, haz las cosas pensando que en algún momento los puntos se unirán y todo tendrá sentido. Ahora todo tiene sentido: El regreso de la humanidad, yo que me he encargado de aprender a gobernar y a combatir contra la revolución de androides y los investigadores que restablecerán la historia desde el punto en que todo empezó a joderse. Pero nada sabe nada, cada uno hace sus cosas. Fue aquella idea, de aquel discurso magnifico, antes de mi autoexilio, la que los convenció de que el único modo continuar viviendo era haciendo las cosas que nos interesan y nada más.

IV

La península itálica es una ciudad de cien millones de habitantes, de los cuales el diez por ciento son androides de dos millones de neuronas dedicados a construir el rascacielos que uniría la tierra con Júpiter, acuerdo suscrito en el pacto 16 de la unión estelar del oeste. El noventa por ciento eran arañas encargadas de preservar el ambiente de los residuos que emitía la colosal edificación. Quinientos metros debajo de la ciudad se encontraban los restos de los dioses griegos, época de inicios de la civilización humana. Era aquel universo subterráneo el objetivo de la comunidad criogénica. El filósofo Tarso se encargó de detener el proceso de edificación del rascacielos arguyendo la posibilidad de la teletrasnportación, que permitiría los viajes a los distintos planetas de la comunidad ¿Por qué cuantos rascacielos hay que construir para conectarnos con los distintos planetas? ¿A quién se le ocurrió tan ridícula idea? Los caprichos, la simple nada. La idea de controlar el poder de los dioses griegos llenó de ambición a los miembros de la comunidad oeste, cinco humanos con cinco millones de máquinas cada uno, pertenecientes a una comunidad de políticos, desconocidos para todos.

V

Alfa lanzó el grito de éxito y la noticia se expandió. Los políticos del oeste decidieron hacer un pacto con los científicos. El filósofo Tarso. Encargado de los asuntos políticos durante ese siglo se encargó de permitir la asociación y fue de ese modo como se dispusieron  a revivir ya no los humanos ordinarios. Los que murieron eran inútiles, los únicos importantes son lo que quedamos, los que hemos sobrevivido. Entonces lo que debemos hacer es  volver a la vida a los dioses griegos y apropiarnos de esos poderes narrados por Homero y Hesíodo.
Con el ámbito favorable, Alfa y su equipo criogénico comenzaron con su experimento: revivieron a los dioses griegos, revivieron gran parte de una historia desconocida por ellos.

VI

La noticia me llegó. La idea o el objetivo después de aquel gran discurso que logró establecer un orden en medio del caos se desvanecía. Porque ya sabemos que los dioses nacemos cuando el caos se hace presente. Yo soy el dios de la libertad, no tengo otro nombre y me he encargado de darle libertad a todos los vivientes. Me he encargado de darles seguridad: Mientras ellos investigaban o hacían lo que la voluntad les sugiriese, yo combatía contra las amenazas, también hacía lo que me gustaba. Pero las cosas cambiaron, ahora los dioses griegos serían despertados del gran letargo y mi trono corría peligro ¿Qué les faltaba? ¿Es el precio de vivir un mundo donde cada uno hace lo que quiere? ¿Todo está condenado a extinguirse? ¿No hay nada perfecto? Las respuestas no interesan, lo que realmente me interesa ahora es hacer lo que más me agrada gobernar y luchar para demostrar que dios soy yo, que dios es una idea y que esa idea soy yo.


SEGUNDA  PARTE

I

El dios de la libertad, se convirtió en el dios del amor. Los dioses griegos representaban cada defecto de los humanos. Como dios del amor, representaba al cristianismo, aquella doctrina que logró hacer a la Europa de antaño, una civilización desarrollada, ya que para poder gobernar hay que saber que máscara usar, si no se usa la correcta las posibilidades de éxito son azarosas y los sueños y el poder no son cosas que se deban dejar al azahar.
En aquella silla vieja, con olor a madera y con un báculo, el dios del amor reunió a su cortejo de androides, los liberó del código que les inhibía las tres facultades humanas. Y decidieron que si había que luchar, se debía elegir a la especie más poderosa que jamás ha existido en la tierra: Un humano, un humano alejado de toda comunidad. Un humano que sea lo suficientemente poderoso para combatir contra el mundo y que sea lo suficiente inteligente como para entregarse a una causa que no es la suya. Un humano al que las ideas religiosas lo hiciesen caer en la estupidez.

II

Los dioses griegos fueron revividos. Acabaron todas las formas de energía que les devolvieron la vida. Y el dios del amor, fue el único que quedó de toda aquella pequeña especie híbrida de humanos/androides.  Bajar de aquel piso y dejar que sus androides vayan en contra de poderes que aún no se habían descubierto, era un riesgo que no se podía correr. Se resolvió entregarle toda la tecnología disponible a Thorvel, para que fulmine a los dioses griegos.
Thorvel vivía en los montes Himalaya, cazando, cultivando la fuerza física. Ninguna comunidad le tomó atención hasta entonces, porque la fuerza física ya no era necesaria, ya todo lo hacían las máquinas y los humanos fueron cada vez más débiles. Cuando el dios del amor, pronunció aquel discurso que restableció el orden en el planeta, el tumulto resolvió eliminar a ese bicho raro, desfasado, pero aquello iba en contra de las ideas de libertad. Y si ellos podían investigar, otros gobernar y también podría continuar con esa vida salvaje, quizá la más saludable.
Lo más reciente en la cabeza del bicho raro del Himalaya, era la idea de Dios, los ángeles, arcángeles y los santos; y ese era el punto de partida.

III

El dios del amor envía a uno de los androides (El arcángel Gabriel), entre luces y nubes, al Himalaya. Al llegar, el ángel Gabriel le informa al poderoso Thorvel acerca de los planes que dios tenía para él.
  • Eres el elegido para acabar con la amenaza que destruirá la tierra. Los dioses griegos han regresado a la vida y están destruyendo todo a su paso.

Thorvel incrédulo no llega  a responder, pero por primera vez siente que su vida tiene sentido. Era la primera vez que todo aquello para lo que había preparado podía ser puesto en marcha.
En dicho instante, Yahvé se presentó envuelto en luces celestiales (un holograma) y le entrega dos dagas, que tienen el poder herir la inmortalidad de los dioses de oriente. Le dice:
  • Estas dagas representan tu vida y si llegan a ser destruidas, tu ocaso y el de todo lo que conoces habrá llegado.

Los entes celestiales desaparecen y Thorvel, confundido, decide acabar con los dioses griegos. No entendía como aquella mitología escrita en los libros podía ser real, pero sabía lo suficiente de ellos como para planear una estrategia.

IV

Thorvel, no era torpe, era humano y a los humanos no debemos subestimarlos en ningún grado. Con la aparición de los dioses griegos, toda la mitología se volvió realidad. Y Thorvel, en sus años de infancia leyó lo suficiente y sabía tanto de ellos como la sabía el dios del amor. El dios del amor no ignoraba aquello, tampoco ignoraba lo que Thorvel tenía pensado, sólo que llega un momento en el debemos dejar que las cosas ocurran, solamente para probar si estuvimos viviendo con las convicciones correctas. La vida no tendría sentido si no se pudiese probar lo que se piensa o lo que se inventa. En los inventos en más fácil, pero en ideología sólo hay dos caminos: Se triunfa o se pierde. Y los que vamos contra la corriente siempre estamos preparados para cualquiera de los dos escenarios.
  
V

La estrategia de Thorvel era acabar con los dioses griegos, pero no estaba en sus planes servir a ningún otro dios, de modo que primero debía asegurarse la vida eterna.
  • Primero debo capturar a la muerte para alcanzar la inmortalidad y no depender de ningún dios. Luego empezaré a acabar con cada uno de los dioses griegos, pensó Thorvel.

En la travesía encuentra a un científico refugiado en la antigua morada de los investigadores de criogenia. El héroe de las dagas se entera de la causa de la aparición de los dioses y es informado también de que las mentalidades más brillantes que la humanidad ha conocido se encuentran congelados en el laboratorio, a la espera de ser resucitados desde hace miles de años. La idea era poner en práctica el descubrimiento en ellos, pero que los planes cambiaron por una decisión política.
La estrategia del héroe de las dagas se hizo más clara: El dios del amor tenía sus ángeles y santos; los dioses griegos tenían sus poderes y toda esa organización narrada en las historietas ¿Y Thorvel? Una parte de su ejército serían los genios del mundo, porque después de todo, si se quiere ser un dios hay que tener a individuos a quienes gobernar.
Con ayuda del científico, Thorvel revive a los genios del mundo para que lo ayuden a combatir contra los dioses, primero contra los griegos y luego contra el dios del amor. También repotencia las dagas con una ecuación fallida para la criogenia, pero que sirvió para fusionarlas y formar un arma más poderosa: El retrocrío que tenía la capacidad de viajar a la velocidad de la luz. El científico Omega, el único sobreviviente, le informa que el dios del amor no existe y que es un humano como él.
  • Lo único que existe son nuestras ideas y lo que hagamos con ellas. Dios puedes ser tú, puedo ser yo, pueden ser las dagas que llevas; y el dios que juega contigo se encuentra viviendo un sueño loco, en una morada, protegido por androides. Yo decidí ser científico y ahora decido morir ¿Qué harás tú?

Omega le entrega una llave en forma de pentáculo y un trasportador.
  • Yo también tuve sueños, tómalos. Recuerda que los sueños siempre se convierten en objetos o en civilizaciones. Te regalo mis sueños.

Omega muere y los genios del mundo trabajan en estrategias, armas y reglas para una nueva civilización.
  
VI

Thorvel se dirige a la fragua de Hefestos – el herrero divino – que se ubica debajo de un volcán de la antigua Italia.
  • La leyenda cuenta que el herrero divino ha fabricado las armas de todos los dioses, fue el saludo de bienvenida.

Hefestos coge sus cadenas.
  • Bienvenido a tu funeral mortal atrevido ¿Quién se atreve a venir a fragua con dos dagas inferiores a todo lo que yo he puedo crear?, dice Hefestos.
  • No pienso morir aquí. Alguna vez leí que si luchase un león contra una hormiga, el león no tendría posibilidad alguna de ganarle a la hormiga. Suponiendo que tú eres un león y yo una hormiga, esta es una buena ocasión para demostrar que aquella fábula es cierta.

Thorvel lanzó sus dagas retrocrío, las cuales podían ser controladas por la mente y acabo con la vida de ese gran león. Tomó las cadenas y se dirigió a lo profundo de Tártaro en busca de Thanatos. Había que asegurarse la vida eterna.
V

 Para llegar al infierno, hay que pasar por nueve círculos, por cuatro ríos. La historia es la misma. Había que acabar con Cerbero y luchar contra los guardianes de los que nos habla Hesíodo: Los Proxinicaes. Sin embargo, la lucha en el infierno era desigual, Thorvel estuvo a punto de caer en la lucha contra los dioses primigenios que desde la era mitológica permanecen encerrados en Tártaro, pero fue ayudado por los arcángeles.
En las profundidades de tártaro encuentra a Thanatos, la muerte,  y la captura con la ayuda de las cadenas de Hefestos. Ese era el único medio para retener a una divinidad. Los arcángeles se retiran por órdenes del dios del amor que observaba, porque los megalomaniáticos han nacido para apreciar estos momentos, aunque aquello signifique el final de nuestras vidas, porque ¿Qué es la vida sin la muerte? ¿Qué significado tiene la vida si nos aferramos a aquello que ya todos conocen? ¿Qué significado tiene la vida si no demostramos lo poderosos que podemos llegar a ser o si no demostramos que tan certeras o  caóticas que pueden ser las ideologías?   
Thorvel controla a la muerte, se asegura la vida eterna. Era el comienzo del plan. En el camino de salida a la superficie Thorvel se apodera del casco de Hades. La hazaña no fue una de las grandes, pues Thorvel se encontró una batalla entre el ejército del dios humano contra Hades. El último fue derrotado.


VI
 En la mitología griega hay tres objetos a los que se les debe prestar atención: El casco de la invisibilidad de Hades, el rayo de Zeus y el Tridente de Poseidón. Esos tres objetos fueron regalos por los Cíclopes cuando los olímpicos lucharon contra los uránidas; los dioses griegos contra sus progenitores, los Titanes. Thorvel tenía pensado apoderarse de los tres objetos. La vida de aquel bicho que alguna vez dejaron vivir, porque se pensó que todos tienen la libertad de hacer lo que mejor les parezca, es la vida que ahora tiene pensado controlar todo. Nunca lo pensó, nunca se preparó para ello, la vida de Thorvel fue una vida sin sentido, pero siempre la historia empieza del mismo modo, hay que empezar a creer en algo, hay que seguir las reglas que nos imponen, hasta que todo sea más claro, hasta que seamos lo suficientemente fuertes o inteligentes para creer en nosotros mismos e inventar nuestras reglas y crear en el mundo que hemos soñado o en el mundo que no hemos soñado pero que se va formando mientras caminamos o dormimos o leemos. El mundo del azahar. Thorvel había descubierto el mayor de los secretos: Nadie nos dará el mundo que queremos, el mundo que queremos lo formamos nosotros mismos.

VII

En el monte Olimpo, Zeus es informado por las Parcas sobre la magnitud del problema. Hades y Hefestos han sido derrotados por un mortal, Thanatos ha sido capturada, hay maniático observando la guerra. Matar al maniático no es la solución, la solución es matar a Thorvel. 
  • Corta el hilo de la vida de Thorvel, decreta Zeus, dirigiéndose a Atropos.
  • La muerte ha sido capturada, no hay posibilidad de matarlo, afirman las Parcas.

Thorvel se dirige al Olimpo. El triunvirato se encuentra reunido: Zeus, Atenea y Apolo. Atenea decide luchar y se dirige a la entrada del Monte Olimpo. Al llegar Thorvel visualiza un gran número de guerreros, el ejército de Atenea. Aparecen los arcángeles en su ayuda pero son petrificados cuando Atenea muestra su escudo con la cabeza de Medusa.
Atenea es la diosa de la sabiduría y la guerra. Los libros de mitología que Thorvel ha leído cuentan que ella fue gestada en el cerebro de Zeus, lo que la convertía en una de las diosas más poderosas de todo el Olimpo. El héroe de las dagas retrocrío, tenía como rehén a la muerte, pero las posibilidades de ganarle a Atenea eran nulas. Es de ese modo como hacen un pacto.
  • Necesito que liberes a Thanatos y serás libre, por ahora, dice Atenea.

La propuesta es rechazada y Thorvel huye con la ayuda del casco de la invisibilidad.

VIII

Los genios del mundo han descubierto la ubicación de la ambrosía. Thorvel va en busca de ella. Sólo de ese modo podría ser un verdadero dios.
  • La ambrosía se encuentra en el país de las amazonas que están protegidas por Artemisa.

La travesía en busca de aquel sueño, cada vez claro y perfecto empieza a recorrerse. Al llegar al país de las mujeres de seno cercenado, trata de matar a Artemisa pero no lo consigue. Hay una desventaja: Con la muerte atrapada nadie puede morir. Artemisa queda gravemente herida, pero aún continúa viva.
  • Está pasando lo mismo con todos ¿Acaso con Thanatos en mi poder, estoy dando inicio a una guerra sin fin? Es urgente tomar la ambrosía y liberar a la muerte, pensó.

El amor y la guerra. La vida y la muerte. Los amigos y los enemigos ¿Y dónde queda difuso?
El dios del amor ya no tiene ejército de androides. Thorvel derrotó a las amazonas y consiguió la ambrosía, con ello la inmortalidad. Liberó a la muerte, murieron los que tenían que morir y luego se dirigió a la fragua de las Parcas, donde cortó el hilo de la vida de todos los dioses. Ese era el instante perfecto para acabar con la vida de ese mortal que vivía en una fortaleza, en una silla vieja y con un báculo. Pero con las muerte de las Parcas el hilo de los destinos desapareció y con ello toda la mitología conocida.
Yahvé aparece.
  • Thorvel has realizado un buen trabajo, es hora de que me devuelvas las dagas. Se te recompensará por el trabajo.

 Yahvé trata de destruir las dagas, pero fue imposible.
  • Tú no eres un dios. Tú naciste en el momento en que todos estuvieron desesperados porque el mundo era un caos, pero has fracasado. Es hora de que yo gobierne.


  • Un día cuando era pequeño, mis padres salieron a algún lugar y yo quedé sólo en la casa, era una casa grande. Yo nunca salía con mis padres porque no estaba en mis planes llevar una vida en familia, ni tener dinero, ni otras cosas vanas que otros querían. Lo único que me importaba era estar solo, en el piso más alto de la casa, agitando un báculo, tratando de dirigir el movimiento del aire. Desde ese momento descubrí lo que realmente me gustaba: Ser un dios. Nunca me interesó confiar en los humanos, mis aliados fueron siempre las aves de corral que criaba mi abuela. Con ellos conversaba y permanecía solitario mirando como anochecía y a veces llorando, porque el mundo posiblemente nunca iba a ser como yo lo planeaba. Luego me convertí en un haragán que vivía soñando en una cama, mirando el techo, pensaba y recreaba las historias de la infancia, pensé por un momento que mi destino no era el de gobernar, sino el de un loco encerrado en un manicomio. Pero en esos momentos de haragán descubrí que las personas necesitan de un loco, ellos no pueden vivir sin alguien en quien creer. Entonces sólo bastó despertar de ese gran sueño, pararme frente al mundo caótico y decir: “Yo estoy dispuesto a darles lo que ustedes quieren” Y ese día me convertí en dios. Aquel día supe que gobernaría y también supe que tenía que llegar el momento en que debía morir, porque finalmente todos nos preparamos para este momento. La única diferencia entre los que ya han muerto y yo, es que ellos no forjaron su muerte y yo sí planifiqué la mía. Yo moriré Thorvel, pero primero debes demostrar que eres lo suficiente poderoso como para acabarme. Todos los dioses que acabas de matar ya están vivos nuevamente. Tú tienes a los genios del mundo, yo no pude ser genio, y además tienes las llaves que liberarán a los titanes. Yo planeé esta guerra, nuestras fuerzas están parejas. Llegó el día en el debo poner a prueba todo aquello que venido soñando a lo largo de tantos años.

TERCERA  PARTE

I   
     
El mundo, nunca ha sido el mundo.  El mundo antes de ser lo que conocemos ha sido caos. Y siempre la historia tiene que repetirse para volver a empezar, es un círculo vicioso que nunca va a  acabar. Unos dioses nacen, otros mueren. Las civilizaciones luchan por el poder, quien gana impone sus reglas hasta que nace un nuevo loco al que no le agradan las cosas como están y se inicia todo nuevamente. Es mentira que algún día se vaya a conseguir la perfección, el mundo nunca será un lugar mejor, el mundo siempre será lo que nosotros queramos que sea. Sin embargo en el mundo hay dos tipos de individuos: Los que se adecuan al mundo y siguen sus reglas y luego se convierten en eruditos y defensores de que aquello que ni siquiera ellos entienden; y los otros, quienes siempre quieren que el mundo sea de otro modo, porque las si las cosas siguen como están no tiene sentido vivir.
II

Como en la era mitológica, se luchó durante diez años. Los únicos sobrevivientes fueron: Zeus, Atenea, Apolo, Hera, Hades, las Parcas, Las Furias, Poseidón y el megalomaniático del báculo. El haz bajo la manga de Thorvel fueron los titanes. Los dioses griegos fueron derrotados, pues ya no tenían las tres armas de la mitología. Los titanes ganaron, Thorvel ganó y el dios del báculo se encontraba sólo observando, como cuando pequeño.
Thorvel había planeado en una forma de petrificar a los titanes. Los genios del mundo encontraron la fórmula he hicieron llover un líquido extraño que revertió los logros de la criogenia y todo volvió a ser normal. No había más dioses griegos, no había androides, la tierra era como a inicios del pleistoceno, con Thorvel y los genios; y con un loco en una fortaleza esperando la muerte.

III

Thorvel se dirige a la fortaleza, al último piso y encuentra al humano que había generado todo aquel caos.
  • Todo esto lo planeé desde niño. He hecho realidad mis sueños. Ya es hora de que gobiernes. Yo no tengo poderes, yo sólo tenía sueños y acabo de despertar. Y cuando despiertas de un gran sueño te das cuenta que nada tiene sentido, que sólo hay dos opciones: Seguir soñando o morir. Yo elijo morir. Ya llegará el momento en que mueras tú, pero ese día no es hoy.

El loco del báculo, coge unas pastillas y se dispone a hacer lo que mejor saber: Dormir, pero eternamente.
Thorvel se corona como nuevo dios del mundo, desaparece todo rastro de los seres mitológicos y empieza a restaurar la vida en el nuevo mundo, con ayuda de sus súbditos, con sus reglas, con sus ideas. Porque siempre ocurre de ese modo: Las personas son poderosas, sólo hay que inyectarle ideas en la cabeza y estarán listos para gobernar. Para seguir con nuestros sueños, aunque ellos no los sepan. Porque los sueños y las ideas son más importantes que la materia y que las personas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Realiza un comentario: